sábado, 10 de febrero de 2007


Este ejercicio de armonización es mejor realizarlo recostado en un lugar tranquilo donde no seas molestado. Puede ser incluso tu propia cama y antes de dormirte.  Procura al menos estar consciente las primeras tres veces que lo realices, mas adelante si te quedas dormido durante su ejecución no importará porque tu subconciente seguirá el ejercicio.

Toma una inspiración profunda y elimina al exhalar toda tensión que observes en tu cuerpo físico Permítete por unos instantes dejar de lado tu cansancio. Toma una segunda inspiración profunda y al exhalar elimina de tu campo emocional toda emoción negativa que pueda estar molestándote. Permítete por unos instantes dejar de lado tus angustias. Toma una tercera inspiración profunda y al exhalar elimina de tu campo mental cualquier pensamiento que no tenga que ver con este ejercicio. Permítete por unos instantes dejar de lado tus preocupaciones.

Visualiza a tus pies al Arcángel Rafael, vestido de verde y nimbado con una luz de igual color. Luego coloca a tu cabecera a Miguel, en este caso vestido de azul y con una resplandeciente luz de dicho color. De igual manera visualiza de pie a tu izquierda al Arcángel Uriel, vestido con los colores de la naturaleza, un marrón con tintes verdosos y revestido de un aura de igual color. Finalmente, a tu derecha, visualiza al Arcángel Gabriel, vestido y bañado de un blanco inmaculado.

Ahora, inspira visualizando que desde tus pies hacia tu cabeza Rafael te inunda con su luz verde aportándote salud. Si alguna parte de tu ser físico, mental, o emocional necesitan en particular de esta energía puedes detenerte allí los segundos que consideres necesarios para que la luz penetre. Exhala.

Inspira nuevamente pero ahora visualizando que la luz de Uriel te baña de izquierda a derecha aportándote la abundancia que Dios tiene para brindarte. Detente el tiempo que consideres necesario para pedir los dones espirituales y materiales que consideras que a tu vida le están faltando. Exhala.

Vuelve a inspirar en esta ocasión visualizando como la luz de Miguel ingresa desde tu cabeza hacia tus pies brindándote energía protectora. Si estás atravesando una situación de desamparo o desprotección aprovecha estos instantes para teñirte del mismo color dentro de una escena imaginaria que represente tu conflicto. Exhala.

Finalmente pon tu atención en Gabriel que con su brillante blancura te bañara de derecha a izquierda mientras inspiras. No pidas, aquí entrégate a recibir la iluminación espiritual que Dios ya tiene preparada para ti y a las verdades que el Arcángel tenga que revelarte. Exhala.

Por último da las gracias, con una oración, unas palabras o simplemente con un sincero sentimiento de gratitud por la ayuda recibida.

Por lo menos más de una vez visité Capilla del Monte y supe estar bajo las estrellas escrutando el cielo con la misma expectativa de muchos antes que yo, pero salvo un par de luces dudosas no tuve ninguna experiencia OVNI. Aunque bien puedo ser la excepción que confirma la regla y mi anécdota sobre este tema sucedió en otro lugar, el cerro Uritorco no deja por esto de ser la capital del fenómeno Ovni en la República Argentina.
Enclavada en la provincia de Córdoba la ciudad de Capilla del Monte es de por sí un bonito destino turístico y en sus cercanías hay varios lugares para visitar además del cerro como son el Ojo de agua y Los Terrones.
Por lo tanto que la cantante Patricia Sosa estuviera con un grupo de amigas en la misma situación que yo supe atravesar no extrañaría a nadie, salvo que según relató en el programa del cantante Ruben Rada de canal 7, en su caso se hicieron presente tres naves que sobrevolaron. En ese instante sintió la inspiración de entonar una canción con un elevado mensaje y al terminar se hicieron presentes quince naves.
Pero un relato quizás mas jugoso fue la confidencia de una joven que atravesaba la crisis de terminar un matrimonio.
Comenzó a viajar a Uritorco con cierta frecuencia, primero para tomar distancia de su problema y luego a raíz de una relación nueva que se generó en aquel lugar.
En determinado momento en que ella estaba próxima a la decisión de hacer el gran cambio en su vida un amigo la acompañó a un lugar solitario próximo al cerro y le pidió que se quedara allí sola por un rato para que alcanzara la paz que necesitaba para resolver sabiamente su conflicto, con la promesa que volvería por ella en algunas horas.
Sola y sentada en una piedra estuvo realizando algunos ejercicios de introspección que conocía y en determinado momento quedó abstraída mirando el cerro.
Súbitamente observó cómo en las paredes del mismo se abrieron lo que ella denominó ventanas y a través de las mismas salieron varias naves que estuvieron sobrevolando la zona para luego volver a desaparecer dentro de las ventanas que se cerraron sin dejar rastro alguno de su existencia.

Profecía cierta es profecía cumplida. Hasta entonces sólo es un intento de aproximarnos a un futuro que en el presente es sólo en potencia de ser y a partir de ahí susceptible de que no sea.
Desde que tengo memoria el mundo se acaba mañana. El vaticinio fatídico estuvo presente sucesivamente en las décadas que atravesé con mis días y aún la seguimos remando, aunque es cierto que los tiempos que estamos atravesando en la actualidad cada vez parecen acercarse más a los tenebrosos panoramas que supieron anticipar cientos o tal vez miles de profetas serios y no tanto.
Lo que también es cierto es que la humanidad desde su origen ha atravesado constantemente cataclismos, guerras, crisis, hambrunas, pandemias, exterminios étnicos, diluvios, sequías eternas…y malos gobiernos.
Es interesante observar como en la América de los pueblos originarios no estuvo exenta de estos acabose del mundo, y hay muchas versiones del diluvio con un Noé autóctono que se salva también con su familia subiéndose al tronco de un árbol, a un cerro o siendo rescatados por una divinidad que los saca del desastre. Asimismo los finales del mundo en nuestro continente se enumeran a través de todos los elementos: por fuego, terremotos, por vientos, por el oscurecimiento del sol, por tinieblas, por derrumbe de los cielos, por la caída del sol, por la rebelión de los animales contra el hombre, por la rebelión de los utensilios domésticos contra el hombre, por el vuelco de la tierra…y por la aparición del hombre blanco sediento de poder.
Muchas versiones actualizadas de estas antiguas tradiciones o mitos circulan hoy día sobre las características del desastre que vendrá. De esta manera es muy posible que la Tierra por la aproximación de un cuerpo extraño a nuestro sistema tambalee y cambie la posición de su eje sufriendo el desplazamiento de los polos. Todo el proceso sería acompañado por fuertes movimientos sísmicos en algunas versiones y un oscurecimiento del cielo en otras, debido a que el planeta se detendría para cambiar el sentido de rotación sobre su eje provocando un caos  atmosférico que arrasaría con la humanidad. Otras anticipaciones del mañana hablan de la gestación de una nueva luna por nuestro planeta a través del polo sur, el cual se desprendería de esta manera de gran parte de la polución. También el avance del mar y lo océanos sobre la superficie de los continentes como resultante de acontecimientos combinados atmosféricos y sísmicos. Quienes se salvan en estos casos son aquellos elegidos por los extraterrestres para ser resguardados en sus naves hasta que todo se calme o los devotos que puros de corazón que se resguardarían en sus casas consagrandose a la misericordia divina.
Mucho más cercano, palpable y evidente sería la resultante del cambio climático cuyos estragos ya estamos atravesando. Diluvios, sequías, incendios, granizos, tornados, están arrasando con vidas, bienes y cosechas. Hambrunas y epidemias serían las consecuencias posibles.
En medio del desastre  y en vez de abocarse a la tarea de paliar y remediar en la medida de lo posible lo sucedido, los malos gobiernos que rigen el mundo porfían inventando guerras contra enemigos ficticios generando odio y terrorismo real. Otra vez los malos gobiernos y el hombre blanco.
Una observación que hacen los estudiosos es que la humanidad siempre se hacen presentes estos terroríficos vaticinios cuando se está gestando un gran cambio, una gran transformación, y de igual manera un individuo que en su vida particular esté en un proceso similar puede verse
obsesionado por este tipo de temas.
De todas las leyendas sobre el gran final la siguiente que pertenece a los pueblos araucanos me parece la más bonita:

¨En tiempos muy antiguos se apoderaron del país unos enemigos poderosos que los oprimieron y convirtieron en esclavos. Robaban sus mujeres, mataban sus hijos y muchos murieron más que nada de hambre y por los trabajos penosos a los que eran sometidos.
Cierto día, esos extranjeros irrumpieron en una casa para llevarse a la hija de un anciano, el cual intentando defender a la muchacha resultó salvajemente agredido. El anciano quedó tendido en el suelo moribundo cuando se le apareció un hombre viejo y pobremente vestido, que parecía venir de otro mundo. Este hombre además de curar al anciano le entregó una pifülka, una flauta, mágica. Le aseguró que la misma cumpliría todos sus deseos y le daría poder sobre sus enemigos.
El anciano logró gracias a la flauta unir a sus hermanos y juntos lograron derrotar a los opresores.
Gracias a ella supieron cómo acercarse a su Dios, quien los protegió de enemigos, de los  eclipses, no ocurrían terremotos, las lluvias caían en la época propicia, y no eran atacados por ninguna plaga ni ellos ni sus animales ni sus cultivos.
Contentos y abstraídos por la música, la bebida y las danzas se fueron olvidando de su Dios y perdieron sin darse cuenta a aquel espíritu que les advertía sobre el peligro. Y un día llegó el hombre blanco fuertemente armado para someterlos brutalmente.
Desesperados buscaron la flauta mágica pero ésta había enmudecido definitivamente. El pueblo fatalmente quedó solo y triste, y ninguna ofrenda logró nunca más conmover a su Dios quien ya no los socorrió.
Según una profecía, la pifülka resonará con gran estridencia llenando el mundo, pero sólo para anunciar su destrucción, que ocurre cada 60.0000 años. Todo será destruido, no quedará nada en pie. Sólo la flauta mágica resistirá todo esto y con la gente nueva, resucitará si es voluntad del Supremo.¨

La ceremonia de cinto negro fue como si nos ordenaran caballeros de una vieja orden medieval. Arrodillados en fila esperábamos nuestro turno mientras Maestro Lin sentado en su silla tocaba el hombro del nuevo cinta negra aceptándolo finalmente, luego de varios años de duro entrenamiento, como su discípulo. Hasta entonces sólo éramos los hermanitos menores de una familia unida por una tradición y un conocimiento.
El discurso que cerró la ceremonia fue corto porque su costumbre por aquellos tiempos era la de hablar poco. Y recalcó mucho un concepto:
-Ahora ustedes como si blancos…
No hay nada mas vergonzante dentro de una escuela de kungfu que ser cinto blanco. Resalta sobre el traje negro el cinto pálido. Uno nada sabe del arte que va a aprender. No tiene idea de dónde pararse o qué hacer.
Las clases chinas no son tradicionalmente muy organizadas, sobre todo si el maestro tiene un muy buen número de alumnos, por lo cual éste generalmente se dedicará a sus discípulos más avanzados quienes estarán practicando indiferentes y altivos. El resto estará intentando aprender de otro que sólo sabe un poco más, sin estar demasiado seguro de si está haciendo las cosas bien o mal. Finalmente la revelación vendrá cuando el maestro decida dedicarle algún tiempo para corregir movimientos, lo cual realizará a palazo limpio. Y aunque el método parezca arcaico la corrección-golpe no se olvidará jamás.
Para cuando encontró el ritmo al estudio, adaptó el físico al riguroso entrenamiento, se acostumbró a la media lengua del maestro comenzando a entenderlo mejor, hizo su propio grupo de amistades dentro del instituto y logró que los cintas negras no lo vieran como un enemigo encubierto ya ostenta un cinto de algún color.
En mis tiempos de inicio no había mayor ofensa que presentarse ante un maestro chino con la intención de aprender algo más con frases como: ¨Yo ya sé Kung Fu¨, ¨Yo ya soy cinta negra¨, ¨Yo estudié con el maestro fulano de tal¨. Las reacciones del maestro en cuestión podían ser echarlo de muy mala manera de su escuela, o en el mejor de los casos no dirigirle la palabra ni mirarlo por un buen tiempo hasta que se ganara su confianza.
Volver a ser blanco implica estar abierto sabiendo que nada se sabe, sin tener prejuicio alguno por lo que se va a aprender, con la humildad del que tiene todo por hacer.
Volver a ser blanco implica estar dispuesto a repetir miles de veces una sola técnica con la simple intención de hacerla más o menos bien.
Volver a ser blanco significa simplemente estar constantemente dispuesto a aprender un poco más.